A finales de febrero de 2020 comencé a sentír una intensa debilidad, inflamación de torax, pinchazos entre las costillas, etc ... síntomas que en aquel momento no se relacionaban con la COVID-19.
Cuando el 2 de Marzo los temblores y la fiebre fueron evidentes y ya aparecieron los primeros casos de COVID-19 en España, comprendí que estaba padeciendo la terrible enfermedad que produce el nuevo virus SARS-CoV-2.
Eran los comienzos de la pandemia y muy poca gente sabía cómo se padecía, así que entre fríos y calores me animé a contar al mundo mi expenriencia: Coronavirus COVID-19 / SARS-CoV-2
Después, intentando comprender cómo funciona este virus, se me ocurrió la feliz idea:
Se me antojó posible sintetizar en un laboratorio los anticuerpos específicos, las inmunoglobulinas G que nos protegen de la propagación del virus, así como linfocitos B especializados, para inocularlos en el cuerpo a fín de evitar la sepsis en los casos más graves.
inmunologia2016.blogspot.com ...
Sabía que los anticuerpos son proteinas clonables, de lo contrario no habría células en nuestro organísmo capaces de producirlas, así que conociendo su secuencia de aminoácidos cualquier laboratorio de cierto nivel podría producirlas. En ese momento no comprendía cuál era la dificultad de dar con esa cadena de aminoácidos pero intuía que un algoritmo, o más bién un método, de optimización de funciones que acababa de desarrollar podría servir para obtener la solución.
Algoritmo IXR
Me puse en contacto con varios centros de investigación, laboratorios y universidades, pero la mayoría estaban desbordados o más centrados en la consecución de una vacuna.
Gracias a la dichosa intervención de M.-Pilar Marco, coordinadora del Nanomedicine Research Program of the CIBER-BBN y Vicedirectora del IQAC-CSIC, mi propuesta llamó la atención del responsable técnico de bioinformática del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, David Abia Holgado, el cual se puso en contacto conmigo y me invitó a colaborar en la identificación de anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2, para el proyecto de producción ultrarrápida de anticuerpos y avanzar en esta tecnología, en busca de una solución.
Algunas secuencias obtenidas con este método han resultado ser neutralizantes del CoV2 con una efectividad del 30% en bajas concentraciones, y aunque podrían servir como tratamiento esto es solo el primer hito.
Hay que seguir perfeccionando la técnica y el algoritmo, tanto para obtener anticuerpos mucho más efectivos en menor tiempo, como para que estos sean colaborativos, tal que un pequeño repertorio de anticuerpos neutralizen el virus al mismo tiempo, siendo así más efectivos en conjunto y evitando patologías inmunológicas asociadas a este tipo de virus, como lo es el síndrome ADE
(Antibody Dependent Enhancement).
Por otra parte, a tenor del análisis que realiza NEXTSTRAIN del CoV2 se puede apreciar una mutabilidad considerablemente mayor que la de otros virus.
Por cada 5 millones de nuevos hospedadores surge una cepa nueva contra la que hay que desarrollar nuevos anticuerpos, y esto a día de hoy, con más de 2 millones de casos nuevos a la semana, supone una o dos cepas nuevas al mes.
Para que un tratamiento de anticuerpos recombinantes tenga el éxito esperado dada esta circunstancia, es necesario generar las secuencias de aminoácidos idóneas que resulten en diversos anticuerpos "colaborantes" con inmunogenicidad cruzada para las diversas cepas detectadas.
Si quieres estar informado de los progresos suscríbete a nuestra
newsletter
y no dejes de comentar lo que creas importante.